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5 malos hábitos de la comunicación en tu equipo

Conoce las barreras de comunicación que podemos encontrar entre nuestra marca y el equipo de trabajo

Una buena estrategia de comunicación es clave entre una marca y sus grupos de interés: personal, clientes, accionistas, etc.

Probablemente, todos estamos de acuerdo con dicha afirmación, aunque tener buenas habilidades comunicativas, en ocasiones, pueden darnos dolores de cabeza.

No todos contamos con esas habilidades e, incluso, en no pocos casos, detectamos lo difícil que es transmitir mensajes claros, concisos y bien entendidos por una gran mayoría.

Es aquí, cuando identificamos una serie de barreras de comunicación entre la marca y el equipo de trabajo.

Y, ¿cuáles pueden ser esas barreras de comunicación?

Además, con los nuevos formatos de trabajo nacidos a raíz de la pandemia, en muchas empresas, el formato híbrido o a distancia complica aún más la tarea.

Y, ¿cuáles pueden ser esas barreras de comunicación?

Muchas pueden ser las barreras de comunicación que nos encontramos en nuestro día a día en la oficina. 

Falta de información a parte del equipo, reuniones eternas donde las dudas no se resuelven y, además, generan otras nuevas; tareas que no se han comunicado bien y han acabado convirtiéndose en un dolor de cabeza… ¿Te suena?

Es por ello que, conocer y saber detectar las barreras que impiden una comunicación eficaz nos ayudará a derribarlas y a mejorar el rendimiento de nuestros equipos, favoreciendo, además, un clima positivo de trabajo.

Así que, vamos a presentarte los cinco malos hábitos existentes en las empresas que impiden una buena comunicación, lo perjudiciales que pueden llegar a ser y qué soluciones podemos llevar a la práctica.

5 malos hábitos que impiden la buena comunicación

Numerosas empresas nos confían los serios problemas de comunicación que viven. Lo sorprendente es que son modelos repetidos, aunque fácilmente solucionables. 

Lo que es más difícil de resolver es cuando ese modelo, esos hábitos se han quedado anquilosados en la cultura de la empresa o de nuestro área.  

Entre dichos malos hábitos podemos destacar los siguientes:

  • Comunicaciones express: Nos referimos a aquellas hechas con prisas, sin entrar en detalle, superficiales y poco precisas.
  • Comunicaciones demasiado largas: mucha información irrelevante, sin ir al grano o sin marcar unas directrices claras o que se disipan entre tanta palabrería.
  • Falta de contexto: lanzar mensajes sin dar referencias, a qué casos y/o ámbitos nos referiremos, dando lugar a errores graves.
  • Uso de canales incorrectos: el uso del correo electrónico nos permite leer información las veces que necesitemos, pero su abuso impide diferenciar entre lo irrelevante, lo importante o lo urgente.

Un mensaje largo, que conlleva un procedimiento complejo es mejor tenerlo por escrito. Sin embargo, hay información que se debe transmitir en una reunión presencial o por videollamada face to face. Y, por supuesto, la información urgente, siempre vía llamada telefónica. 

  • Responsables de equipo ausentes: sí, a veces es inevitable, pero en la medida en que sea posible, prioriza tu presencia en las reuniones de equipo. Agilizará las tareas a desarrollar y se tomarán las decisiones necesarias en el momento.

¿Cuál es el impacto de una mala comunicación para nuestra marca?

Carecer de una buena comunicación es un problema presente en todo tipo de empresas, desde las más pequeñas hasta las más grandes, desde empresas nacionales hasta las multinacionales.

¿Por qué surgen los problemas de comunicación?

No solo tiene que ver con la personalidad de las personas que lideran equipos, sino también, con las estrategias que se emplean, los objetivos no definidos correctamente y/o por un  feedback inexistente entre colaborador y el líder de equipo.

5 malos hábitos que impiden la buena comunicación

Todas aquellas situaciones nombradas anteriormente dan lugar a unas consecuencias que repercuten en el día a día, como:

Frustración y malestar. Abarcamos una gran cantidad de tareas y algunas, fáciles de desempeñar, se complican por el hecho de no haber comunicado el mensaje de manera clara o, peor aún, no haberlo hecho a las personas correspondientes.

Baja productividad: un mensaje poco claro y transmitido de manera incorrecta genera en tus colaboradores dudas e inseguridad, lo que afectará a su rendimiento.

Falta de conexión con la marca: las dudas, la frustración, la pérdida de tiempo o de horizonte provocará una falta de compromiso y/o desconfianza hacia la marca, corriendo el riesgo de una fuga de talento. – Mal clima laboral: provocado por malos entendidos entre el personal por no obtener instrucciones claras, responsabilidades delimitadas o, por el contrario, entender información contradictoria.

Las soluciones infalibles para mejorar la buena comunicación

Afortunadamente, todo problema, casi siempre, tiene su solución, y en este caso no es menos. Así que, vamos a ver qué soluciones infalibles puedes llevar a cabo para mejorar la comunicación interna en tu marca.

Recuerda, la constancia es un factor clave para mejorarla, así que, paciencia y no te rindas.

Identifica el mensaje que quieres transmitir

¿Qué quieres comunicar? ¿Es urgente? ¿La respuesta puede esperar o debe ser inmediata? ¿Es un mensaje rápido y fácil de entender o, por lo contrario, es necesario contextualizar y tomar un tiempo para explicarlo en detalle? ¿Afecta a todo el equipo, a algunos, a una persona en concreto?

Todas estas preguntas son importantes. Probablemente, al principio, tardarás en gestionarlo, pero te aseguramos que una vez te habitúes, las respuestas serán inmediatas.

Elige el canal  de comunicación correcto

Es decir, si quieres enviar un mensaje que necesita respuesta inmediata, no lo hagas a través de correo electrónico. Quizás sería mejor hacer una llamada telefónica o por mensajería instantánea. O si quieres explicar algo en detalle, pero que no conlleva una respuesta “para ya”, puedes hacerlo por correo electrónico.

Da cierta autonomía a tu equipo de trabajo

Como líder de equipo, es normal tener muchos frentes abiertos. Delegar y dar autonomía a tus colaboradores te ayudará a agilizar las decisiones que se deben tomar urgentemente. Por cierto, no olvides que delegar no significa “pasar el marrón”.

Anima a tus colaboradores a preguntar dudas

Se dan ocasiones en las que la timidez o vergüenza de tus colaboradores les impida realizar preguntas. Asegúrate que se ha entendido el mensaje. Pregunta, anima e invita amablemente. 

Por ello, utiliza siempre la frase “cualquier duda contactadme” o, incluso, puedes establecer breves reuniones una vez por semana para resolución de dudas, incidencias y/o sugerencias.