Analizando escenarios…
Hablar de experiencia empleado es hablar de percepciones y emociones. Éstas se alimentan de la comunicación interpersonal, del flujo de información oportuna así como de las vivencias que surgen entre las personas que participan en una organización cumpliendo un trabajo concreto.
Cuando la crisis surge, hablando específicamente del coronavirus, que es una crisis sanitaria no ocasionada por la empresa sino por las condiciones externas, se presentan dos escenarios:
- Que la organización y sus líderes tomen acción inmediata y proactiva.
- Que la organización y sus líderes continúen como están.
¿A cuántos de vosotros les suena atractivo el primer escenario?
Antes de continuar, esperar. En este primer escenario, pueden ocurrir dos opciones:
- Que los líderes de la organización tomen medidas que – a presión – intenten sostener la rentabilidad de la compañía a costa de las personas que laboran en ella. Es decir, el enfoque en las ventas, los resultados primero, sin pensar siquiera en las personas.
- Que los líderes de la organización empaticen con la situación de incertidumbre de sus trabajadoras y trabajadores, enfocando sus estrategias en permitir lo necesario para que ellos y ellas tengan acceso a un trabajo seguro, humanamente medible y enfocado en resultados desde el cambio en las formas de trabajar.
El segundo escenario, solo es positivo cuando el tipo de negocio, desde su forma de hacer, no perjudica o pone en riesgo a las personas ante una propagación del virus. En este caso, entran aquí las startups, empresas desde casa o a distancia en modo remoto. Aquí todo fluye, con normalidad, aunque el punto de inflexión lo dicta la economía, que afecta sin duda a los negocios.
Y por otro lado, en ese escenario entran los negocios, servicios públicos y organizaciones que no pueden adaptar sus procesos al teletrabajo y requieren al personal en sus instalaciones. En este caso, el protocolo de protección es indispensable para mantener la serenidad y seguridad como prioridad en la experiencia empleado, así como la comunicación y feedback permanente con cada uno. Son considerados los héroes en este momento, por su alta exposición al contagio. Y merecen tu reconocimiento.
Pero sigamos, que queremos llegar a la parte que nos motiva a escribir esta reflexión. La experiencia empleado ante la ola del teletrabajo.
¡Vamos al grano!
La experiencia empleado ante situaciones críticas como la que afrontamos puede ser sumamente desalentadora o, por el contrario, puede hacer sentir a tus empleados que los quieres, los respetas, los valoras y confías en ellos. Recordemos que las experiencias se basan en la forma que hacemos sentir a lo demás.
Es así que tienes dos opciones:
Hacer sentir a tus empleados y empleadas que pueden lograr el reto, junto contigo, adaptando la forma de trabajar en este tiempo difícil. Hacerles sentir que son importantes, hacerles sentir que no necesitan “supervisión permanente” o que tú estés encima de ellos para “ver” lo que hacen.
O por el contrario, hacer sentir que estás en contra del teletrabajo porque no confías en ellos y porque como crees que se relajarán y abusarán del tiempo en casa… pues, te cuesta decidir y al final, les haces sentir que tu desconfianza es tan grande, que es preferible estar todos en oficina y a pesar del metro de distancia y el abastecimiento de jabón (que al menos esperamos y sugerimos sea algo que no falte en tu oficina, junto con alcohol en gel), corren todos y todas el riesgo de contagio.
¿Es tan difícil adaptarnos al cambio con una buena experiencia desde nuestra posición de líderes o empleados?
Para el 80% de las personas sí que es difícil. Es humano resistirse al cambio, renegar, no querer. Es conocido que para muchos que son padres o madres de pequeños que están en casa por la cuarentena, teniendo que teletrabajar y atender a los peques – es difícil – seguro que sí que lo es.
Pero por otro lado, el proceso de adaptación de ese 80% puede acortarse en cuanto se le ofrezca alternativas medibles, adaptables, prácticas o viables. Este es el mejor regalo que puedes hacerle a un empleado o empleada en esta condición.
Así también, tenemos al grupo de trabajadores que – sin hijos o con hijos – están tan cómodos en oficina, compartiendo con sus compis, cumpliendo un horario que les da estabilidad, que quitarles este esquema de la noche a la mañana les deja sin barandas ni piso, generando emociones encontradas y que requieren un nivel de motivación del líder y de autogestión personal para afrontar la etapa de cambio con rapidez y sin descuidar el trabajo.
No podemos poner todos los huevos en una misma canasta..
Nos referimos a que no podemos generalizar. Para las personas que se encuentran en una etapa de la vida joven, solteros y sin hijos es probable que la experiencia del teletrabajo sea un regalo. Las generaciones jóvenes como los millenials están adaptados a la flexibilidad y al uso del tiempo con libertad. A este grupo de trabajadores es necesario reforzar la experiencia con un feedback permanente, haciendo uso de la tecnología y la telefonía, porque demandan ser escuchados, aportar ideas, innovar y cambiar. Evolucionan rápidamente y su experiencia empleado debe estar en esa línea.
Por otro lado, al grupo de personas con responsabilidad familiar, la flexibilidad también es necesaria. Una flexibilidad enfocada en fortalecer su doble valor, hacerles sentir que son héroes. Porque lo son. Y necesitan tu apoyo para conciliar. Haciéndolo los tendrás de tu lado y aún mucho más implicados con tu compañía.
Y no menos importante, aquel grupo de seniors, que ya pasaron la etapa paternal y maternal, aquellos que aún no tienen tanta flexibilidad con la tecnología. Aquellos que son más del tú a tú. El cambio hacia el teletrabajo para este grupo es difícil también.
La experiencia empleado debe estar más enfocada al uso de teléfono, al reporte directo vía email y al uso de recursos como llamadas compartidas con el equipo o al menos, whatsapp grupales con acceso a información y soporte. Hazles sentir que su experiencia es necesaria para la evolución de la empresa en este tiempo difícil, y los tendrás de tu lado. Más comprometidos que nunca.
Ingenio… mucha creatividad en el proceso
En este breve post hemos abordado dos tipos de escenario y 2 tipos de opciones de acción. Tu estrategia cambiará en base a cómo son tus trabajadores y sobre todo, al tipo de negocio o empresa que lideras. Aquí lo único que no cambia en ningún caso es que todos y todas son seres humanos. Y, que todos y todas sienten y necesitan comunicarse, escuchar y ser escuchados. Sentir que reman en una misma dirección, sentirse orientados, respetados y valorados.
¡Vamos! Manos a la obra, usemos los recursos que tenemos. No es necesario invertir nada para lograr cambios humanos y en esta coyuntura – indispensables – para erradicar una pandemia.
El teletrabajo es una fantástica oportunidad, a la que muchos quisieran en su vida laboral real. Es el momento que evalúes – a modo de prueba – cómo te van los resultados y cómo reacciona tu personal, desde la experiencia humana. Aquí nos tienes para cualquier recomendación adicional.
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Unidos lograremos vencer al COVID-19 ?
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